Francisco Javier Muñoz Boluda

Escultor e imaginero

Virgen del Carmen

Cliente: Colección particular
Tamaño: 60 cm
Técnica: Terracota policromada
Descripción:
Conjunto escultórico de tamaño total 60cm realizado en terracota policromada, para colección particular. Representando la advocación de la Virgen del Carmen ligada íntimamente a las ánimas benditas del purgatorio, de donde María es Reina y [...]
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Virgen del Carmen

Conjunto escultórico de tamaño total 60cm realizado en terracota policromada, para colección particular.

Representando la advocación de la Virgen del Carmen ligada íntimamente a las ánimas benditas del purgatorio, de donde María es Reina y protectora, así pues el Niño porta un escapulario que se lo ofrece a una de las ánimas como símbolo de purificación y salvación, así la Reina del Carmelo a través de Jesús ejerce como Puerta del Cielo.

En la base de la imagen aparece la “nubecilla” rodeada de ángeles y ánimas, simulando una figuración del purgatorio, en el que vagan las almas hasta encontrar su entrada al cielo. Se ha querido representar dos ánimas diferentes, una aparentemente joven a las puertas de la salvación, joven, como reflejo de un alma purificada. Por otro lado aparece otra envejecida y por lo tanto aún con impurezas.

Y por otro lado los siguientes actores que aparecen son tres ángeles, guardianes de cada una de las almas que acompañan la escena, uno de ellos admira cómo se salva su ánima, otro de ellos contempla impasible el vagar de la suya, y el tercer ángel introduce al espectador en la escena, mirándole de frente e inquiriéndole por su propia salvación.

Así pues el conjunto termina teniendo una connotación catequética sobre el purgatorio y nuestro camino consciente hacia la santidad.

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Virgen del Carmen

Conjunto escultórico de tamaño total 60cm realizado en terracota policromada, para colección particular.

Representando la advocación de la Virgen del Carmen ligada íntimamente a las ánimas benditas del purgatorio, de donde María es Reina y protectora, así pues el Niño porta un escapulario que se lo ofrece a una de las ánimas como símbolo de purificación y salvación, así la Reina del Carmelo a través de Jesús ejerce como Puerta del Cielo.

En la base de la imagen aparece la “nubecilla” rodeada de ángeles y ánimas, simulando una figuración del purgatorio, en el que vagan las almas hasta encontrar su entrada al cielo. Se ha querido representar dos ánimas diferentes, una aparentemente joven a las puertas de la salvación, joven, como reflejo de un alma purificada. Por otro lado aparece otra envejecida y por lo tanto aún con impurezas.

Y por otro lado los siguientes actores que aparecen son tres ángeles, guardianes de cada una de las almas que acompañan la escena, uno de ellos admira cómo se salva su ánima, otro de ellos contempla impasible el vagar de la suya, y el tercer ángel introduce al espectador en la escena, mirándole de frente e inquiriéndole por su propia salvación.

Así pues el conjunto termina teniendo una connotación catequética sobre el purgatorio y nuestro camino consciente hacia la santidad.